Bremen: un viaje entre historia, cuentos y gastronomía

Bremen: un viaje entre historia, cuentos y gastronomía

Hace unos años, aprovechamos el verano para hacer un viaje en coche por Alemania y la República Checa. Nos encanta esa sensación de libertad, de parar donde queramos, descubrir rincones inesperados y dejarnos sorprender por cada ciudad. Una de las paradas que más nos marcó fue Bremen, un lugar lleno de historia, con calles que parecen sacadas de un cuento y, para nuestra sorpresa, ¡con algunos de los mejores caramelos artesanales que hemos probado en la vida!

Aquí te contamos lo que más nos gustó de Bremen, los sitios que visitamos, dónde nos alojamos y por qué creemos que es una ciudad que merece estar en tu lista de viajes.

Nuestra Estancia en Bremen

Para nuestra estancia en Bremen, elegimos el H+ Hotel Bremen, una opción que nos sorprendió gratamente. Está situado en pleno centro, a pocos pasos de la Plaza del Mercado, lo que hizo que pudiéramos explorar la ciudad sin necesidad de coger transporte. La habitación era moderna, cómoda y muy limpia, y el desayuno buffet fue de los mejores que probamos en el viaje. Sin duda, lo recomendamos si buscas un hotel bien ubicado y con una excelente relación calidad-precio.

La Plaza del Mercado: Donde Comienza Todo

Lo primero que hicimos al llegar fue dirigirnos a la Marktplatz, la plaza del mercado. Es de esos lugares que te hacen parar en seco y soltar un “wow”. En el centro está el Ayuntamiento de Bremen, con una fachada renacentista espectacular, de esas que no puedes dejar de mirar porque cada detalle cuenta una historia.

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Bremen: un viaje entre historia, cuentos y gastronomía. Ayuntamiento de Bremen

Frente al ayuntamiento nos encontramos con la estatua de Roland, que desde hace siglos representa la libertad de la ciudad. No sabíamos mucho de su historia, pero nos pareció curioso cómo los locales se referían a ella con tanto orgullo.

Y justo al lado, imposible de ignorar, la Catedral de San Pedro. Nos impresionaron sus dos torres imponentes y la tranquilidad que se siente al entrar. Nos contaron que se puede subir a una de las torres para ver Bremen desde las alturas, pero lo dejamos para otra ocasión.

Bremen: un viaje entre historia, cuentos y gastronomía
Catedral de Bremen

Muy cerca de la plaza está la Böttcherstrasse, una calle que, aunque corta, es una de las más originales de Bremen. Nos encantó su arquitectura tan diferente y el ambiente artístico que se respira. Además, aquí encontramos otra tienda de la Bremer Bonbon Manufaktur, por si te quedaste con ganas de más caramelos.

Perdernos en las Calles del Schnoor

Después de la plaza, nos fuimos directos al Schnoor Viertel, el barrio más antiguo de Bremen. ¡Qué rincón tan mágico! Calles adoquinadas, casitas de colores, tiendas de artesanía y un ambiente de cuento. Parecía que habíamos viajado en el tiempo.

Pero lo mejor de todo fue que, paseando por allí, nos topamos con la Bremer Bonbon Manufaktur, una pequeña fábrica de caramelos artesanales. No pudimos resistirnos y entramos. ¡Menuda experiencia! Vimos en directo cómo hacían los caramelos, estirando la masa caliente, dándole forma y cortándolos a mano con una rapidez impresionante. El olor dulce lo llenaba todo. Y, por supuesto, nos llevamos un par de bolsas para el camino.

Los Músicos de Bremen: Un Clásico

No podíamos irnos sin ver a los famosos Músicos de Bremen, la estatua basada en el cuento de los Hermanos Grimm. Es curioso cómo algo tan simple se ha convertido en el símbolo de la ciudad. Según la tradición, si tocas las patas del burro, te traerá suerte. ¡Nosotros no nos quedamos sin hacerlo!

Justo cerca de la estatua descubrimos una cosa muy curiosa: una alcantarilla especial en la que, si echabas una moneda, se escuchaban los sonidos de los animales del cuento. Probamos con una moneda y de repente sonó el rebuzno del burro, seguido por los otros animales. Fue un detalle divertido y original que no habíamos visto en ninguna otra ciudad.

Un Paseo con el Sereno

Por la tarde, decidimos hacer algo diferente: un recorrido con el Sereno de Bremen. Un guía vestido de época nos llevó por las calles contando historias y leyendas de la ciudad. La atmósfera era increíble, con las luces tenues y las callejuelas empedradas.

Bremen: un viaje entre historia, cuentos y gastronomía
El sereno de Bremen

Y entre tanto cuento y leyenda, encontramos una pequeña tienda de arte donde vendían ilustraciones de artistas locales. Nos enamoramos de una acuarela de los Músicos de Bremen, con un estilo delicado y colores suaves. No pudimos resistirnos y nos la llevamos de recuerdo.

Otro sitio que nos encantó fue el Molino de Am Wall. No esperábamos encontrar un molino de viento en medio de Bremen, pero ahí estaba, rodeado de jardines y con un aire de cuento. Nos sentamos un rato en los bancos cercanos y disfrutamos del ambiente.

Bremen: un viaje entre historia, cuentos y gastronomía
Bremen – Molino de Am Wall

La Gastronomía de Bremen

Si algo nos encanta de viajar es probar la comida típica de cada lugar, y Bremen no fue la excepción. La cocina de esta ciudad tiene una mezcla de influencias marítimas y rurales, con platos contundentes y sabores auténticos.

Algunos de los platos más representativos de Bremen son:

  • Bremer Knipp: una especie de embutido elaborado con carne de cerdo y avena, servido con pan negro y encurtidos.
  • Labskaus: un plato muy popular en el norte de Alemania, hecho con carne de res salada y triturada, mezclada con patatas, remolacha y arenque en escabeche.
  • Kohl und Pinkel: una comida típica de invierno, hecha con col rizada y una salchicha especial llamada «Pinkel».
  • Bremer Klaben: un pan dulce similar al stollen, lleno de frutas secas y especias, que en Bremen se consume durante todo el año.

Uno de los platos más conocidos de la gastronomía alemana son las Kartoffelpuffer (tortitas de patata), que suelen encontrarse en ferias y mercados navideños, servidas con puré de manzana o crema agria. Aunque son muy populares en Alemania, no son una especialidad concreta de Bremen, donde otros platos como el Knipp o el Labskaus tienen más tradición.

Cenando en Edel Weiss Restaurant: Un Banquete Alemán

Después de un día recorriendo Bremen, decidimos darnos un homenaje gastronómico en el Edel Weiss Restaurant, un sitio que nos recomendaron por su comida tradicional alemana con toques bávaros y austriacos.

Pedimos varias cosas para compartir y todo estaba buenísimo. Probamos el clásico Schweinshaxe, el codillo de cerdo asado con piel crujiente y carne tierna que se deshacía al cortarlo.

También nos animamos con una plato combinado de salchichas con chucrut y puré de patata, donde venían diferentes tipos de embutidos alemanes, perfectos para degustar los sabores de la región.

Para acompañar, no podían faltar las cervezas bávaras servidas en jarras frías.

Y para cerrar la cena, nos ofrecieron un schnaps de albaricoque, un licor típico con un toque afrutado y suave que fue el broche perfecto para la comida.

La experiencia en Edel Weiss fue excelente, no solo por la comida, sino también por el ambiente acogedor y el servicio amable. Si pasas por Bremen y te apetece un buen plato alemán en un entorno cálido y tradicional, te lo recomendamos sin dudarlo.

Bremen nos conquistó. Es una ciudad con historia, con encanto, con rincones mágicos y con una gastronomía que nos dejó con ganas de más. Si tienes la oportunidad de visitarla, no lo dudes. ¡Nosotros repetiríamos sin pensarlo!

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«Bon Profit»

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